La idea de Vinnculo Tinto surge en el Valle de Guadalupe cuando Mónica, socia fundadora, empieza a trabajar en una vinícola boutique en donde se enamora del vino y su cultura, esta es su historia…
Soy Mónica Sánchez, apasionada por el vino, sus aromas, sabores, elaboración, historia y sobre todo, por compartirlo.
Estudié diseño gráfico donde disfruté y aprendí muchísimo trabajando durante 5 años en distintas editoriales como diseñadora, hasta que un día, con ganas de salir de la rutina, decidí salir de mi zona de confort y buscar algo diferente.
Después de una larga búsqueda, llegué a vivir a Ensenada por una temporada y me encontré con las personas y oportunidades correctas. Entré a trabajar a Clos de Tres Cantos, una vinícola boutique con la que me identifiqué de inmediato. Empezó enamorándome por sus vinos y siguió cada día más con la gente a la que conocí , su arquitectura y todo lo que pude aprender.
Tuve la oportunidad de acercarme al campo y conocer cómo es el trabajo ahí, entender el proceso de vinificación y, sobre todo, aprendí a dar degustaciones y darme cuenta lo increíble que es compartir el gusto por el vino con los demás, sin importar si saben mucho, poco o nada del tema. Al final de esa temporada, me di cuenta del gran tesoro que hay en el vino mexicano y lo mucho que hace falta que la gente de nuestro país lo reconozca.
Vinnculo Tinto nace en mi regreso a CDMX, en donde encontré al equipo perfecto para poder vincular cada vez a más gente con esta cultura y con productores de vino mexicano. Vinnculo Tinto empieza llamándose “Vinnum Degustaciones”; en un proceso de evolución y crecimiento, decidimos cambiarnos de nombre para sentirnos más identificados con el propósito de la marca.